
Cuando pinto, dejo que el pincel encuentre su camino, que el color se devele ante las formas, ante las emociones, ante el momento. Es robarme la esencia de otros y plasmarla sin etiquetas, sin un color dominante y a la vez con todos los colores. Mis pinturas son el resultado de una desconexión del mundo en el que habitamos, chambón, jodido, excluyente, y es la conexión con ese universo simbólico que me hace querer plasmar personas, momentos, emociones. Cada una de mis obras, se desarma una y mil veces ante mis ojos, y me permite desaprender para seguir mis instintos. Así, con mucha pasión, forma y color, me encuentro en mi mundo y lo comparto. Espero que usted como espectador, le de vida a mis obras, cuente historias, e imagine el trasfondo que hay en cada una.